Alergia e hipersensibilidad

Desde hace unos años, la enfermedad alérgica y la hipersensibilidad a agentes foráneos al organismo se está convirtiendo en una de las grandes amenazas para la salud de la sociedad del siglo XXI. Lejos de remitir y de ser controlada, la población de alérgicos a cualquier fuente alergénica aumenta exponencialmente. En la actualidad, se estima que cerca de un 20% de la población es alérgica a alguna sustancia y más del 50% no están diagnosticados correctamente. Entre las causas directas nos encontramos el estilo de vida occidental, la polución y la industrialización, entre otras.

Las fuentes alergénicas están en todas partes y son las responsables de poner en el ambiente millones de sustancias que el sistema inmune de los alérgicos identifica cómo nocivas. La evitación sería el único método eficaz para eliminar las alergias, si bien se antoja imposible eliminar todas estas partículas alergénicas del aire que respiramos.

Todo esto supone un enorme impacto económico tanto en forma de costes directos (gasto en medicamentos, hospitalización, urgencias, etc.) como de indirectos (absentismo laboral, pérdida de horas escolares, reducción de la calidad de vida, etc.).

El conocimiento de la hipersensibilidad a otro tipo de agentes empieza a trabajarse y a estudiarse. Aunque aún no se entiende su origen ni su fisiopatología, pero ya sean identificado la hipersensibilidad a los campos eléctricos o sustancias químicas, que suponen una gran limitación para las personas que lo padecen.

Esta mañana he tenido el honor de conversar de todo esto con mi amigo Carlos Lavín y sus compañeros en su programa de Radio Infinita (Chile).

https://rudo.video/vod/b423t0etnM

Mi más sincero agradecimiento a Estel Cortés, quien me ha facilitado algunos de los datos recientes de la prevalencia de la enfermedad.

¿Sólo los humanos somos alérgicos? Alergia Veterinaria

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¿Sólo los humanos somos alérgicos o también lo son los animales?

No, no sólo los humanos, sino que los animales también son alérgicos, lo que es especialmente evidente en los animales de compañía, perros y gatos, pero también es cada vez más frecuente en caballos y en otras especies animales. Pero además, esta patología va en aumento, o cómo ocurre en humanos, se diagnostica mejor. Entre las causas, se apunta a que pueden ser exactamente las mismas que en humanos: un estilo de vida occidentalizado.

Perros y gatos comparten muchas de nuestras comodidades, con lo cual “el sistema inmunitario tiene menos trabajo”. Se les trata con medicamentos modernos y vacunas, tienen sus propios productos para la limpieza e higiene, alimentación preparada, se mueven en nuestras ciudades, con lo cual los efectos de la contaminación son los mismos, etc. Pero adicionalmente hay un factor que cada vez cobra más peso: se les desparasita frecuentemente y se ven expuestos a menos agentes patógenos. Evidentemente este hecho supone un efecto saludable para los animales pero a su vez modifica la actividad del sistema inmune. Todo el esfuerzo que hace en defenderse de organismos externos se reduce considerablemente. ¿Y esto por qué es importante? Cada vez aparecen más estudios donde se relaciona la ausencia de patógenos y de helmintos con un mayor desarrollo de alergias. El motivo es claro; los sistemas de defensa frente a parásitos ya no tienen que estar alerta y pasan a reconocer cómo extraños algunos agentes inocuos externos. Estos estudios están muy avanzados en humanos, y aunque no hay datos en veterinaria, todo parece indicar que podrían ir por el mismo camino.

A partir de aquí se abren toda una serie de interrogantes que los científicos vamos respondiendo poco a poco con sucesivos estudios porque la alergia veterinaria se estudia y conoce cada vez más y en especial la que afecta a perros, gatos y caballos. Uno de los puntos que se está evidenciando científicamente es que, como podría ser de esperar, cada especie presenta sus especificidades. Mientras que en perros es típico encontrar la IgE elevada frente a las fuentes alergénicas, en gatos esto no está tan claro, y en caballo la IgE también parece ser el marcador claro.

Pero además hay otros muchos interrogantes cómo ¿a qué son alérgicos?, ¿cuales son las fuentes más frecuentes que les afectan?, ¿cuales con los signos clínicos que presentan? Y sobre todo, ¿se les puede tratar? Y si la respuesta es sí, ¿con qué?

Respondiendo brevemente a algunas de estas preguntas, ya que este tema será objeto de nuevas entradas, perros y gatos son habitualmente alérgicos a los mismos ácaros y pólenes que los humanos aunque con algunas particularidades inmunológicas y las fuentes más comunes son ácaros, gramíneas y hierbas. Los caballos, por otra parte, lo son a gramíneas y en particular a las picaduras de pequeños insectos. En las tres especies la alergia a los alimentos es especialmente importante y frecuente y aunque no suele ser inmediata, como en muchos casos humanos, son reacciones retardadas que cursan generalmente con reacciones en la piel.

Por último, en humanos es frecuente encontrar alergias a nuestras mascotas, perros, gatos y caballos entre otros. Pero, ¿pueden ser nuestras mascotas alérgicos a nosotros? Lo comentaremos…